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La inmensa mayoría de los equipos electrónicos son desechados al final de su vida útil, generando el llamado e-waste, y es la corriente de desechos de más rápido crecimiento en el mundo. Pero, a diferencia de otro tipo de desechos, los desechos electrónicos implican una compleja mezcla de materiales peligrosos, altamente tóxicos y también económicamente valiosos como metales básicos (cobre, estaño) y metales nobles (oro, plata, paladio). Las oportunidades económicas de la extracción de estos metales hacen que sea un producto “deseable” según para quién. En algunos países en desarrollo, grandes vertederos acumulan los desechos electrónicos del mundo y son tratados de manera precaria presentando graves riesgos para el medio ambiente y la salud de las poblaciones locales.
Guiyu, China
En 2010, China se convirtió en el mayor exportador de productos electrónicos en el mundo. Paradójicamente, también en el país al que van a parar gran parte de los residuos electrónicos mundiales. Con la creciente percepción de que el e-waste es un bien valioso, los productos electrónicos que se exportan desde china vuelven al país convertidos en desechos electrónicos a través de canales ilegales.
Guiyu, una pacífica aldea arrocera del noroeste de la provincia de Guangdong, es conocida como uno de los mayores vertederos de residuos electrónicos del mundo. A mediados de la década de 2990, los camiones de la basura electrónica empezaron a llegar a la ciudad para su posterior tratamiento y porque lo pagaban a mayor precio que en otros lugares. Este pueblo empezó a participar en el reciclaje de este e-waste con el fin de liberar los minerales valiosos como el aluminio, el acero, el cobre y el oro. La ciudad de Guiyu es hogar de casi 5.500 empresas y más de 100.000 personas, entre ellas mujeres y niños que son completamente dependientes del tratamiento de los desechos electrónicos para ganarse la vida.
Varias investigaciones de campo por parte de autoridades, incluyendo BAN (Red de Acción Basal) han puesto de manifiesto las prácticas peligrosas que tienen lugar en el pueblo, como la quema a cielo abierto, el vertido de desechos electrónicos peligrosos en ríos y lagos cercanos y los niños que participan activamente en estas actividades.
El agua en la ciudad ya no es apta para beber y tiene que ser traída de pueblos cercanos ya que el río en Guiyu contiene 2.400 veces más plomo que el umbral de potabilidad establecido por la OMS. Estos estudios también han revelado que Guiyu tiene el nivel de cáncer más alto causado por toxinas del mundo y los niños cuentan con una tasa excesiva de plomo en sangre.
Las técnicas peligrosas y la eliminación de estos residuos en espacios abiertos se han traducido en plomo y bario en el agua, fósforo tóxico en el aire y la contaminación de aguas subterráneas. Además de costes medioambientales severos, los trabajadores que tratan estos desechos electrónicos sin protección sufren problemas de piel y de las vías respiratorias, con el riesgo altísimo de cáncer.
Con el objetivo de abordar estas cuestiones algunas autoridades locales de China han tomado iniciativas para construir fábricas de reciclaje adecuadas y también la prohibición de procesos como la quema a cielo abierto y los tratamientos ácidos. Un programa efectivo conocido anteriormente como “Home Appliance Old for New Rebate Programme” que viene a ser algo parecido a “Programa de descuentos de aparatos electrónicos viejos por nuevos”, sirvió para recoger 61 millones de aparatos electrónicos y tratados correctamente en 2011. Un enfoque de colaboración reciente del motor de búsqueda como Baidu y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo para crear una aplicación a través de la cual los usuarios pueden vender fácilmente sus aparatos electrónicos por dinero en efectivo. Desde 2011, el gobierno central ha estado haciendo cumplir la legislación nacional de los desechos electrónicos, cuyo objetivo es formalizar los procesos de reciclaje de desechos electrónicos del país.
Agbogbloshie, Ghana
Lo que fuera en su día un próspero humedal a las afueras de la capital de Ghana, Accra, Agbogbloshie, se ha convertido en los últimos 15 años en un gran vertedero de residuos tóxicos. El Instituto Blacksmith lo calificó como el lugar más tóxico del mundo. Sí, más que la archiconocido Chernobyl.
En 2003, Ghana creó su política en materia de TIC para acelerar el desarrollo. La formalización de esta agenda de desarrollo delas TIC llevó a una alta afluencia de EEE (Electrical & Electronic Engineering) sobre todo de segunda mano desde América del Norte y Europa. En un informe publicado por la EPA, la Agencia de Protección Medioambiental en 2011, se estima que el 30% o más de estas importaciones son de productos no funcionales o de end-of-life. Dadas las oportunidades económicas que se pueden obtener de los mercados de materias primas secundarias, un extenso sector dela población no especializado se dedica a extraer metales pesados valiosos de la basura electrónica.
En la actualidad unos 40.000 ghaneses dependen de este vertedero de desechos electrónicos para sobrevivir. Los trabajadores e incluso los niños tratan los residuos, rompen las pantallas de cristal y queman las cubiertas de plástico para recuperar el cobre y otros metales valiosos. Como no existe legislación nacional clara acerca del reciclaje de residuos de este tipo los “recicladores” trabajan en pésimas condiciones, exponiéndose de manera continua a peligros graves.
Las prácticas inseguras de quema a cielo abierto tienen consecuencias ambientales desastrosas. En 2008 Green Peace Research Laboratories realizó una pequeña campaña de muestreo en el suelo donde se queman los residuos en Agbogbloshie, Los resultados mostraron niveles de cobre, plomo, estaño y zinc en medidas superiores a 100 veces las normales. Durante los periodos de fuertes lluvias, estas toxinas se transfieren desde el suelo hasta los afluentes de agua cercanos.
El gobierno de Ghana está abordando el problema de los desechos electrónicos con el apoyo de otros grupos de interés. ONG’s como Pure Earth, Blacksmith Institute y Grteen Advocacy Ghana han proporcionado máquinas de limpiar cable a los recicladores que ofrecen una manera más segura para extraer los metales. El Ministerio de Medio Ambiente de Ghana está redactando un proyecto de ley de los desechos electrónicos para su examen por el Parlamento. El proyecto de ley propone un impuesto a pagar por los fabricantes e importadores de equipos electrónicos para pagar los costos de la recolección, tratamiento, recuperación y eliminación ambientalmente racional y el reciclaje del e-waste.
Lección aprendida
A medida que el mundo se vuelve más conectado y globalizado, las cantidades de desechos electrónicos aumentan. Los peligros de la degradación del medio ambiente y las afecciones de salud extremas registradas en Guiyu y Agbogbloshie deben servir como advertencia para países como Bangladesh, que también está en medio de un programa de aceleración del desarrollo de TI, para poner en práctica técnicas de reciclaje sostenibles y promulgar reglamentos sobre desechos electrónicos para evitar una ftura crisis.
Ante esto existen alternativas para reducir los desechos electrónicos como es el uso del hardware refurbished. MercadoIT, con fuerte conciencia medioambiental evita que se fabriquen unas 15 toneladas de equipamiento tecnológico cada año gracias a este modelo de negocio.