Se estima que en 2018 se generarán 50 millones de toneladas de desechos electrónicos a nivel mundial. La mitad de estos terminales son dispositivos personales como ordenadores, pantallas, teléfonos inteligentes, tabletas y TVs, mientras que el resto serán electrodomésticos más grandes y equipos de calefacción y refrigeración.
Solo el 20% de los desechos electrónicos mundiales se reciclan cada año, lo que significa que 40 millones de toneladas de desechos electrónicos se colocan en vertederos, se queman o se comercializan ilegalmente, y esto a pesar de que el 66% de la Población este cubierta por la legislación sobre residuos electrónicos. Esto es un resultado de la enorme pérdida de materias primas valiosas y críticas de la cadena de suministro y causa graves problemas de salud, medioambientales y sociales a través de envíos ilegales de desechos a los países desarrollados. Sigue leyendo