Las ciudades son cada vez más complejas y densamente pobladas. Comprender el movimiento y el comportamiento de las personas dentro de la ciudad y la forma en que se desarrollarán los residentes, negocios e infraestructura existentes, y mantener la salud de estas ciudades, son las claves de una ciudad inteligente.
La urbanización es una clara tendencia global. Las Naciones Unidas pronostican que el porcentaje de personas que viven en áreas urbanas aumentará del 55% en este momento al 68% en 2050. Esta afluencia de personas a las zonas urbanas ya afecta a los gobiernos de todo el mundo. Es por eso que han estado explorando la practicidad, el potencial y, en algunos casos, la realidad de una «ciudad inteligente», una ciudad que aprovecha la tecnología y el análisis de datos en tiempo real para brindar la máxima eficiencia en toda la infraestructura.
Un país que lidera el camino hacia Ciudades Inteligentes es Alemania, con una de sus ciudades, Duisburg, que firmó un memorando de entendimiento (MoU) con Huawei a principios de 2018 para desarrollar un proyecto integral de ciudades inteligentes. El alcance de este proyecto es masivo: expandir la red WLAN de la ciudad para incluir el parque zoológico y el transporte, construir ‘aulas inteligentes’ con tecnología de banda ancha y Wi-Fi, implementar farolas inteligentes, redes de suministro y mediciones de tráfico, y finalmente instalar el 5G. Para todo esto se requiere la infraestructura LTE que permitirá la conducción autónoma, logística inteligente e industria 4.0.
¿Cómo las compañías de tecnología construyen ciudades inteligentes?
Las principales tecnologías que sustentan los proyectos de ciudades inteligentes incluyen la computación en la nube, Internet de las cosas (IoT), el big data y la inteligencia artificial (AI).
El primer paso para construir una ciudad inteligente es desarrollar sus infraestructuras de información. Por ejemplo, el gobierno de Arabia Saudi está desarrollando Yanbu Industrial City en una ciudad inteligente. Esto le permitirá gestionar la tasa de crecimiento masivo de la ciudad y preparar a Yanbu para el inevitable declive de la industria petrolera. Para lograr esto, el gobierno le pidió a Huawei que encabezara un programa de implementación de ciudad inteligente en tres fases.
La primera fase involucró una iniciativa simultánea para mejorar carreteras, edificios, redes eléctricas y redes ópticas, mientras que un operador de telecomunicaciones mejoró la infraestructura de comunicaciones. La función de Huawei era entregar centros de datos avanzados, tecnología GSM / 3G / LTE, y ayudar en la implementación y administración de todas las tecnologías.
La segunda fase consistió en proporcionar la base sobre la cual la ciudad mejoraría la seguridad a través de cámaras de vigilancia, ofrecería Wi-Fi a la mayoría de la ciudad e implementar políticas como la gestión inteligente de desechos (colocar los sensores en contenedores para que los administradores de la gestión de desechos puedan planificar las rutas en tiempo real para maximizar la eficiencia) y luces de calle inteligentes (que ayudan a reducir los gastos de energía asociados con el funcionamiento de la ciudad al permitir que el brillo de la luz se ajuste según las condiciones ambientales).
La tercera fase incluye una plataforma de análisis de Big Data, una plataforma de datos IoT y una plataforma de integración de comunicaciones.
Abordar los problemas que enfrentan las ciudades inteligentes
Como un enfoque nuevo y relativamente inexplorado de la planificación urbana, las ciudades inteligentes tienen sus desafíos.
Algunos de los desafíos más comunes que enfrentan los proyectos de ciudades inteligentes una vez implementados incluyen:
- La solución de ciudad inteligente requiere la alineación de varios departamentos (74%)
- Los procesos de adquisición no están diseñados para la actualización rápida de soluciones «nuevas» (44%)
- El progreso se ve frenado por las elecciones u otros desafíos del ciclo político (38%)
- Los sistemas de la ciudad no «hablan» entre sí; Un problema para compartir datos (32%)
Sobre la base de estos desafíos, uno de los pasos críticos para habilitar las ciudades inteligentes es garantizar que se construyan en plataformas de soluciones abiertas que permitan la máxima flexibilidad, escalabilidad y eficiencia. Huawei ha sido un pionero en el uso de estas plataformas para ciudades inteligentes y ha ayudado a gobiernos y empresas privadas a unirse para desarrollar soluciones, a menudo en «fases» que permiten una inversión constante.